jueves, 16 de diciembre de 2010

El otro día me decía M. ...

El otro día me decía M., que no me planteo bien mi vida, que no me organizo, que no le doy prioridad a lo verdaderamente importante, entre otras cosas, mientras alababa constantemente el modelo de vida tradicional, las costumbres cristianas, el proyecto de familia, la entrega a la casa, etc. Claro, esto último no me lo dice directamente, lo dice como mirando hacia el infinito, con cara de sufrida y altiva a la vez, como diciendo “que poco sabes, y cuanto se yo”


Y esta vez no me pude aguantar. Lo siento. Sé que esto me traerá consecuencias, quiebres familiares, reproches, lloros con lágrimas, y replanteo de cómo pasaremos las fiestas, pero no podía más y se lo largué:

No tuviste tarea más importante en tu vida, que comprobar que las cortinas te combinaran con el mantel, que nunca en tu  vida fuiste a tocar una puerta para pedir trabajo, que jamás te levantaste siendo aún de noche para no perder el metro, que parasitaste toda tu vida las billeteras ajenas, que de mantenida por tu padre pasaste a ser mantenida de tu marido, que nunca te mojaste esperando el transporte público en una esquina, que jamás supiste que hace realmente la gente las 8 o 10 o 12 horas que está fuera de su casa, por eso nunca respetaste el cansancio ajeno.

De más está decir, que se fue, que desde ese día no la volví a ver.
Porqué se me tiene que ir la lengua, a una semana de nochebuena?
Que mal.
Bueno, no pasa nada, como mucho cuando vayamos el 24 a su casa, me echará algo en la comida.

lunes, 15 de noviembre de 2010

De como apaleé al jefe en sueños

Queridos amigos lectores, el porqué de esta sección se vio acelerado por los acontecimientos acaecidos en las últimas horas. Pensaba colgar una pestañita con el tiempo, con una sección dedicada a pensamientos que sencillamente me desacreditan como persona de bien, pero esperaba a estar más en confianza con ustedes al momento de hacerlo.
No he podido.
Me ha invadido la necesidad de vomitar mis sensaciones acerca de determinadas cuestiones, que espero sepan comprender. 
Uno a veces, movido por lo que ha escuchado hablar a su madre y su abuela acerca de si mismo, suele crearse una imagen algo distorsionada de su persona, muy a menudo, a su favor. Y si, a veces nos creemos mejores. Pero a veces simplemente, lo somos. 


Lunes por la mañana:


Jefe :                                                              - Buenos días


Cara de animal: 
- Buenos días, jefe
Jefe:                                                               - Venga a mi despacho, por favor
Cara de animal (con cara de animal asustado) 
- Si, jefe
Miradas siguiendo mi recorrido al despacho de arriba
Jefe:                                                               - La referencia que me ha dado para la presentación del concurso de P.I.P. es errónea, y por ese motivo no nos pudimos presentar para ofertar. 100.000 € perdidos.
Cara de animal:                                                   - Pero jefe, no es posible, es la referencia que me dieron, se la pasé por teléfono. 
(el jefe acerca la oferta para que la vea)
Jefe:                                                               - Aquí la tiene
Cara de animal:                                              - Pero jefe, le dije que el veintiuno era en números romanos.
Jefe:                                                               - Y COMO VOY A PONERLO EN NÚMEROS ROMANOS? MI TECLADO NO TIENE NÚMEROS ROMANOS!


Es verdad, él tiene una empresa y yo no. Él tiene un Porsche y yo no. Pero eso no le da derecho a hacerme oir determinadas cosas.


Lunes por la tarde


Mientras duermo la siesta antes de volver a la oficina, en plena fase REM, me encuentro con la escoba en la mano dale que dale en todos los dientes y repitiendo: en números romanos te dije, en números romanos te dije, en números ro.......




Romano, rumano. Algún rumano por 50€ apalea gente? Contact me.